La promesa más importante que nos hace el cloud computing es la elasticidad y la posibilidad de pagar solo por lo que consumimos. De manera muy sencilla, la infraestructura que soporta nuestras aplicaciones se ajusta de forma automática a la necesidad de computo requerida para soportar diferentes niveles de carga o usuarios simultáneos.
Si tenemos un pico de tráfico, por ejemplo, cuando nuestra app o contenido web se vuelve viral en alguna red social, la infraestructura crece de manera inmediata para soportar el pico y cuando este termina, la infraestructura se encoge de nuevo haciendo uso eficiente de los recursos de computo.
En un principio, esta flexibilidad puede parecer adecuada pero todo tiene un costo. Así mismo como la plataforma crece dinámicamente, también lo hace la factura de servicios. Lo que hace feliz al gerente de infraestructura no es tan atractivo para el gerente financiero, pues este ve que la factura correspondiente a servicios de infraestructura se incrementa de manera importante sin que se produzca un incremento correspondiente en los ingresos de la empresa.
El bajo riesgo y facilidad de aprovisionar infraestructura de computo que ofrece la nube en las etapas iniciales de un emprendimiento pronto empieza a generar altos costos, que en la medida en que el tráfico o número de clientes aumenta, se convierte en un problema. La conclusión es que lo que antes era “Pay as you go” ahora se convierte en un no tan atractivo “Pay to Grow”.
Por fortuna es posible tener un infraestructura menos “elástica” que sea capaz de soportar los picos de carga que se presenten y al mismo tiempo mantener los costos bajo control. Mediante la implementación de una arquitectura diferente, donde se separan claramente cada una de las capas de la aplicación (entrega, presentación, aplicación, bases de datos, etc.) es posible lograr una plataforma que cumple con las dos características anteriores.
Gracias a la flexibilidad que ofrecen algunos proveedores de infraestructura, se puede desarrollar una arquitectura híbrida donde se construye una plataforma “fija” sobre servidores dedicados o Bare Metal que maneje el 95% de los picos y se puede complementar con servidores virtuales aprovisionados de manera elástica que permitan atender picos de tráfico que superen el limite de la plataforma fija.
Tecnologías basadas en containers tales como Docker y Kubernetes permiten además, orquestar todos los elementos y componentes de manera ágil y eficiente logrando así una mejor relación costo beneficio que resultará en un mayor ROI para la empresa.
El crecimiento acelerado de los proyectos en la web es el deseo de todo emprendedor. Si este va acompañado de un aumento controlado de los costos, las probabilidades de generar retorno positivo son aún mayores.
Calipso, ayuda a sus clientes a desarrollar y administrar las plataformas adecuadas para soportar el crecimiento de su emprendimiento en la web sin romper su presupuesto y garantizarle un excelente retorno de inversión.